Los duelos a garrotazos son estériles
Ignacio García-Arango y Avelino Acero en El Comercio
La Variante de Pajares es un logro técnico de primer orden mundial. Esas grandes obras públicas no son obra humana: las hace el diablo, es decir, unas personas que trabajan en equipo y, en otro plano, los ciudadanos que las pagan. Por eso es ridículo que alguien se apunte su autoría y atribuya los problemas a los demás.
En consecuencia, hay que mirar el pasado con comprensión para rematar lo que se tiene sin abrir conflictos retorcidos, pero sin renunciar a las mejoras necesarias. Por ello, si es ridículo personalizar el éxito, es patético buscar vueltas para retrasar un final o revivir conflictos antiguos.
Ese patetismo ha florecido estos días con el latifundio de oportunismo que nos inunda, ante el que solo cabe pedir sensatez, objetividad y espíritu constructivo, con el fin de avanzar a la mayor velocidad posible pero sin arrasarlo todo. De la demagogia han nacido varios asuntos, no vamos a entrar en ellos, pero sí a mencionar las oportunidades que abre la exigencia de la Fade al 'recordarnos' su director que, desde la época del presidente Javier Fernández, ya exigió reclamar a Madrid que se desplegase el tercer hilo entre Campomanes y Gijón.
Ello asombra: Por qué la Fade, aparte de pedir retóricamente, jamas osó realizar acciones para conseguir el ferrocarril adecuado, o acelerar su llegada. Por qué la Fade es uno de los creadores de la llamada Plataforma Atlántico Noroeste, en teoría creada para impulsar al Corredor Atlántico que, en lugar de trabajar y luchar por él, se dedica únicamente a esa retórica, por lo que no ha sido capaz siquiera de conseguir un mínimo acuerdo entre sus socios.
Cuando, en 2017, otros ya luchábamos por las condiciones estándar europeas para el nuevo ferrocarril (ancho de vía, electrificación -25.000 en corriente alterna- y señalización, con al menos una vía provisionalmente en ese ancho) la Fade insistió en la defensa del ancho Iberico que satisfacía a determinados intereses. Eso no fue casual sino intrínseco a sus planteamientos muy diferentes a los de los defensores del Corredor Mediterráneo. Ellos abordaron todas las acciones necesarias tras centrar su tarea en el esfuerzo, los medios, la racionalidad, el orden, el rigor técnico y la cohesión territorial. Impregnado todo ello en una unidad por encima de localismos, endogamias y egoísmos, que ha integrado tanto a los ciudadanos como a los territorios. Van consiguiendo sus metas porque aplican un criterio muy sencillo: el de hacer. Sus líderes sociales ponen parte de su dinero, de su tiempo y de su prestigio, así como arriesgan su propio interés personal en beneficio de los de todos. Cuando algo se desvía se ponen en marcha y actúan: no se limitan a mandar cartas a los periódicos y rancias representaciones escritas a Madrid: Por eso se les escucha y tienen éxito.
En el Noroeste una serie de asociaciones empresariales crearon, en junio de 2017, otra asociación, exclusivamente empresarial que quince meses después se presentó en Gijón bajo el nombre de Plataforma Atlantico Noroeste. En su estrategia se desechó la idea de hacer y se optó por plañir. En consecuencia, periódicamente, se grita en el vacío y se recitan diversas letanías. Como ello es conocido, no se les toma muy en serio y el Gobierno, que ni nos odia ni nos discrimina, pasa.
Con estos antecedentes alegra esta defensa del ancho estándar pues implica que la Plataforma va pasar del hablar al hacer. Campo queda mucho, pues recordamos que la nueva frontera no son las vías, ni las carreteras, ni los puertos, ni siquiera la logística, ni la industria, ni la agricultura…. sino al hacer que la Sociedad y su economía funcionen, para lo que tiene que cambiar desde una primaria, cerrada y estamental a otra libre, competitiva, innovadora y abierta al mundo. Ello exige no invertir por invertir (sea en infraestructuras, del transporte, de la energía o en el 'Sursum Corda') sin saber para qué y sin valorar su balance pues ello nos llevará a repetir errores pasados, lo que sería desastroso.
A esa nueva frontera se llegará utilizando como motor el esfuerzo solidario de todo el Noroeste para convertir a la totalidad del Cantábrico en nuestro espacio de vida y en la puerta de Europa al Mundo, para, tras olvidar tanto los egoísmos como los localismos, articular en el futuro una gran región europea ribereña a nuestro lago celta, que se extienda desde Porto hasta Normandía. Ello implica también aprovechar nuestras ventajas naturales y vitales.
El éxito pasa también por una vértebración de las regiones ribereñas, internamente y con sus 'hinterlands', tras mejorar las conectividades terrestres, no solo en España, sino también en el Oeste de Francia y en Portugal. Ese éxito será también el de Europa pues así será más completa e integrada.
No nos vamos a extender en detalles, pero sí a decir que para tener un mañana antes hay que tener un proyecto de futuro. Él implica crear una nueva economía para lo que hay que avanzar unidos, con comprensión mutua y amplitud de miras. Para hacerlo, por encima de acciones improvisadas y esporádicas, que solas suelen ser estériles, debemos tener una planificación global en la que se integren la industria, la agricultura, el aprovechamiento del entorno natural, la enseñanza, la digitalización, las comunicaciones …:y hasta el hidrógeno. Todo ello para realizar actividades que generen valor añadido y no quedar en ser una pobre fuente primaria. Y eso hay que realizarlo, no basta con las ideas genéricas sino que hay que plasmarlo en metas concretas.
En cuanto a infraestructuras, además de las tradicionales, ahora son determinantes las ligadas a la i+D+ i, desde tener cobertura digital en todo el territorio hasta poseer un 'cerebro' que impulse los sectores competitivos. Ello implica también disponer de un buen sistema de formación, coordinar la investigación de todas las universidades y esta con la privada, crear infraestructuras de apoyo, técnico y financiero a los emprendedores, instrumentar ayudas para asesorar el implantar una agricultura moderna y crear trabajo en el territorio rural…..:
En ese camino hay misiones inmediatas en las que la Plataforma Atlántico Noroeste puede probar su competencia y su valor: A este ferrocarril hay que darle contenido inmediatamente con nuevas actividades, ya que si pensamos que él las traerá debajo del brazo: vamos dados. Debemos abordar el problema hidráulico, tras tomar las medidas adecuadas con visión a largo plazo, aunque ello implique costes en popularidad. Es pues indispensable construir las obras necesarias, aunque éstas sean hacer embalses, ya que las medidas cosméticas, tales como las de llevar el agua de un lado para otro, nos pueden abocar a una gran catástrofe. Hay que impulsar el funcionamiento en competencia sinergica de los puertos del Noroeste, de modo tal que acompasen sus horizontes, metas y objetivos y disminuyan sus costos de gestión:
Es indispensable, pues no es admisible que (en un tiempo en el que nuestros competidores se unen para mover, bajo una gestión coordinada, centenares de millones de toneladas al año) en un tramo de costa, el comprendido entre Oporto Y Bilbao, de 416 millas náuticas, compitan a muerte nueve puertos principales así como otra serie de menores, todos ellos absolutamente viciados por su localismo megalómano.
Por el mismo motivo, nuestra estructura logística debe funcionar en red, así como estar coordinados todos sus elementos: terminales, zalás polígonos... En ese conjunto la ZALIA de Asturias debe tener una estrategia, no limitarse a ser un polígono industrial más. Podríamos continuar con una larga lista, no nos extendemos: si la Plataforma los aborda, creeremos que ha caído del caballo y que va a ganar el mundo. Si no lo hace sabremos que lo del ancho estándar son unas palabras más, dichas para que nada cambie.